
Tether, la compañía detrás del stablecoin más grande del mundo con una capitalización de mercado de 137.49mil millones, ha anunciado una inversión de 100 millones para construir una torre de 70 pisos en El Salvador. Este proyecto, que se convertirá en el edificio más alto del país, simboliza el compromiso de Tether con el crecimiento económico y tecnológico de El Salvador, reforzando su posición como un hub emergente para las criptomonedas y la innovación financiera.
Puntos clave (TL;DR)
- Tether invertirá $100 millones en la construcción de una torre de 70 pisos en El Salvador, la más alta del país.
- El edificio albergará las operaciones de Tether y atraerá a otras empresas tecnológicas, impulsando el sector de activos digitales.
- El proyecto generará empleos en tecnología, cumplimiento y otros sectores, con un proceso de contratación ya en marcha.
- Tether elogia la claridad regulatoria y las mejoras en seguridad de El Salvador, factores clave para su traslado desde las Islas Vírgenes Británicas.
- El CEO de Tether, Paolo Ardoino, ha solicitado la nacionalidad salvadoreña, destacando su conexión personal con el país.

Tether, la empresa responsable del stablecoin USDT, con una capitalización de mercado de 137.49 mil millones, ha anunciado una inversión histórica de 100 millones para construir una torre de 70 pisos en El Salvador. Este ambicioso proyecto, que se convertirá en el edificio más alto del país, no solo transformará el skyline de la nación centroamericana, sino que también simboliza el compromiso de Tether con el crecimiento económico y tecnológico de El Salvador.
Un ícono de prosperidad y tecnología
La torre, que se espera sea un hito arquitectónico, albergará las oficinas centrales de Tether en El Salvador, así como otras empresas tecnológicas atraídas por el marco regulatorio estable y el creciente sector de activos digitales del país. Según Paolo Ardoino, CEO de Tether, este proyecto va más allá de la construcción de un simple edificio: «Queremos demostrar que no venimos solo a poner un logo en cualquier estructura. Nuestro compromiso es mucho mayor».

Ardoino destacó que la inversión no solo se traducirá en infraestructura, sino también en la creación de empleos de alta calidad en áreas como tecnología, cumplimiento y otros sectores. De hecho, Tether ya ha comenzado el proceso de contratación, lo que refleja su visión a largo plazo para el desarrollo económico de El Salvador.
El Salvador: Un hub emergente para las criptomonedas
La decisión de Tether de trasladar todas sus operaciones y subsidiarias a El Salvador no es casual. Ardoino elogió la claridad regulatoria del país, incluyendo la Ley de Emisión de Activos Digitales y una nueva ley específica para stablecoins, como factores clave en esta decisión. Además, resaltó las mejoras significativas en seguridad, que han convertido a El Salvador de un punto crítico de violencia en uno de los países más seguros de América.
«El Salvador es uno de los pocos países que realmente han entendido el potencial de los activos digitales», afirmó Ardoino. «Su estabilidad y visión progresista lo convierten en un lugar ideal para la innovación financiera».
Impacto económico y social
Más allá de la construcción de la torre, Tether está comprometida con el desarrollo educativo en El Salvador. A través de la Red Plan B, en asociación con CUBO+, la compañía está capacitando a locales en el desarrollo de software para Bitcoin. Este enfoque en la educación y la creación de empleo refleja la visión de Tether de impulsar un crecimiento sostenible y equitativo.
El anuncio de la torre ya ha generado un mayor interés por parte de otras empresas. Ardoino predice que los próximos meses verán un aumento significativo en las inversiones en el país. «El Salvador es el país del futuro. América Latina, y El Salvador en particular, será uno de los principales espacios para el futuro del mundo», aseguró.
Una conexión personal
Ardoino no solo ha invertido en El Salvador a nivel empresarial, sino también a nivel personal. El CEO reveló que ha solicitado la nacionalidad salvadoreña, expresando su orgullo y confianza en el potencial del país. «Nací en Italia, pero hoy también soy salvadoreño. Estoy orgulloso de ser salvadoreño», afirmó, reforzando su compromiso con el futuro de la nación.
